VII: Un resfriado...

Era de mañana, empezaba la semana y tenia que ir al colegio, pero desperté con un dolor horrible de cabeza, mi mamá ya se había ido a trabajar, vaya suerte la mía en este momento solo quiero un abrazo y un caldo de pollo. No iré al colegio, mi cuerpo lo siento pesado y los escalofríos me están matando.Probablemente me enferme cuando salí a buscar a Chris, hacia bastante frió.
Me acurruque nuevamente en mi cama,tapándome solo con una sabana, estoy segura que me dará fiebre.

Me desperté por el rugido de mis tripas, tengo bastante hambre pero no puedo moverme, estoy cansada, lo intento, intento pararme. Mis pies tocaron el suelo helado, busque mis pantuflas de forma de Toad de ese famoso video juego de Nintendo, me dirijo al pasillo y lentamente bajo las escaleras, me sostengo con fuerza del barandal siento que me voy a caer.
Saco de el refrigerador unos hat cakes que había hecho mamá ayer, los pongo en un plato y los meto en el microondas. Me siento en el sofá mientras prendo el televisor, me tapo con un cobertor que había dejado hace unos días y que había olvidado guardar. Meto un bocado de Hot cakes a mi boca, la mermelada mancha mis labios, con un pañuelo la limpio.

A esta hora ya estaría saliendo de clases,aun estoy en el sofá viendo una caricatura que no veía hace años, mis ojos me pesaban, intento no quedar dormida,pero esto es en vano.
Desperté y escuche que llamaban a la puerta, me puse un suéter, no quería recibir a alguien vestida en pijama. Abrí la puerta, era Jess, la invite a pasar.-Amiga te vez muy mal-.-Lo se-.- ¿No esta tu Madre?-.- No, se va a trabajar muy temprano y regresa tarde-.- Que mal, y es ahora cuando necesitas que alguien te cuide-. No dije nada, solo recordaba que...ciando yo enfermaba mi madre no podía atenderme, pero mi papá si....-Ahora vete a tu cuarto y descansa-. Dejo su mochila a un lado de la puerta.- Te preparare algo de comer-.-Gracias Jess ere muy amable-.- Para eso están los amigos, ahora vete a descansar-.Me guiña un ojo mientras sonreía.
Llegue a mi habitación y me tumbe en la cama, empece a tener mucho frió.

-Aquí esta tu comida-.Jess estaba parada en la puerta mientras sostenía una bandeja, por el olor supe que era caldo de pollo, es por eso y mucho más que quiero a Jess, me senté en la cama para comer, ella hizo lo mismo, se sentó aun lado mio, no parecía preocuparle que se podía enfermar.
Se hizo tarde, antes de irse me dejo una taza de té de limón con miel, se encargo de cuidarme este rato, se lo agradecí inmensamente.